La administración de propiedades comienza con la incorporación del inmueble a nuestra cartera. Se efectúa un análisis de las condiciones en que se recibe la propiedad y se elabora un informe, verbal o escrito, a los efectos de asesorar al cliente y convenir con el mismo la forma de trabajo de ahí en adelante (precio, programa de mantenimiento y sugerencias de condiciones contractuales de acuerdo a cada inmueble).
La elección del inquilino se efectúa en base a la aceptación por parte del propietario, al estudio de la documentación solicitada y pedidos de informes a empresas vinculadas con informaciones comerciales y financieras, tanto del locatario como de sus garantes (Instituto de informaciones Comerciales, Riesgo on line, BCRA, etc.). Se realizan entrevistas personales a los efectos de evitar posibles conflictos o comportamientos comerciales inadecuados.
La formalización de un alquiler, a través de un contrato, se lleva a cabo teniendo en cuenta las condiciones pactadas de común acuerdo entre las partes y cumpliendo la legislación vigente que fija el Código Civil y Comercial.
Cada reclamo del inquilino se recibe y se efectúan las correspondientes inspecciones al inmueble, para luego informar al propietario y acordar el procedimiento de atención.
Contamos con amplia experiencia en mediación de conflictos que nos ayuda a mantener la buena relación y el consecuente beneficio de llegar al término de la relación contractual según lo acordado. Se pueden anexar servicios de asesoramiento jurídico, contable y evaluación del rendimiento del inmueble.
Queremos crecer junto a nuestros clientes y magnificar el esfuerzo que requiere llegar a tener un inmueble, como resguardo de valor, para que perdure en el tiempo y sea productivo. Ese es nuestro objetivo.